Cuentan que en cierta
ocasión, un cristiano y un musulmán discutían sobre sus creencias.
El musulmán, seguro de dejar desarmado a su interlocutor, declaró: "Cuando nosotros vamos a la Meca, por lo menos encontramos un ataúd, prueba de que Mahoma está ahí. Pero cuando ustedes van a Jerusalén, no encuentran más que una tumba vacía"
El musulmán, seguro de dejar desarmado a su interlocutor, declaró: "Cuando nosotros vamos a la Meca, por lo menos encontramos un ataúd, prueba de que Mahoma está ahí. Pero cuando ustedes van a Jerusalén, no encuentran más que una tumba vacía"
"Justamente esa es
la diferencia entre el cristianismo y otras religiones y filosofías- respondió
el cristiano- Mahoma está muerto y en su tumba y los demás líderes religiosos
también. Pero Jesucristo se levantó de entre los muertos y ahora vive para
siempre. ¡No puede estar en esa tumba, estando vivo!
El vive y reina por los
siglos de los siglos, eternamente. A él le fue conferido todo el poder en el
cielo y en la tierra, pues es Dios mismo, Creador del universo. La resurrección
de Cristo es el eje del cristianismo. La base de nuestra fe. Creemos en un Dios
vivo, que tiene poder sobre la vida y la muerte".
-Eso no es posible-
dijo el musulmán- Jesús no murió en la cruz y menos resucitó, porque él no era
Dios...
-¿Crees tú que más de
dos mil años no es tiempo suficiente para que la humanidad hubiera descubierto
un fraude de tal tamaño? La muerte y resurrección de Cristo es un hecho real,
del cual existen tanto evidencias religiosas como históricas.
-¿Cómo pudo haber
resucitado, si según ustedes estuvo tres días muerto?
- El poder divino de
Dios, amigo. El transformó la materia que conformaba su cuerpo físico, porque
para Dios no hay imposibles.
- Eso va en contra de
la naturaleza
- Dios es el Creador de
ella. El que tiene el control sobre todo lo que existe. El puede hacer lo que
quiera con todo. Para El no representaba ningún problema resucitar a Jesús y
darle un cuerpo nuevo, sano, ni después de tres días de estar muerto.
En Jesucristo se cumple
el propósito de Dios para el ser humano. El venció a la muerte y resucitó en
una nueva dimensión de vida.
- ¿Cómo creer algo que
no vimos?
- Bien, primero por la
evidencia de la tumba vacía. La tumba estaba sellada y muy bien custodiada por
soldados romanos, bajo pena de muerte. Si Jesús hubiera estado vivo, jamás
hubiera podido, en el estado en que quedó después de las torturas que sufrió, abrir
esa tumba y salir, además de que hubiera sido detenido inmediatamente por los
soldados.
- ¿Pero y si sus
discípulos robaron el cuerpo?
-¿Burlando a los
soldados? Ellos estaban atemorizados y huyeron, dejaron solo a Jesús, ¿por qué
hubieran querido arriesgarse después? Además, ¿se hubieran atrevido después a
predicar la resurrección de Jesús, arriesgándose voluntariamente a morir por
eso, sabiendo que era una mentira? ¿Quién sacrificaría su vida por algo que
sabe que es falso?
El musulmán no tuvo
respuestas para esto. El no comprendía muchas cosas y es que las cosas
sobrenaturales no se pueden comprender bajo el concepto de lo natural. La
muerte de Jesús fue un hecho natural, pero su resurrección no lo fue. Fue un
milagro.
El maravilloso milagro
de la resurrección fue el broche de oro del paso de Jesús por este mundo y de
su obra redentora. Pero El está presente aun entre nosotros, y vive en cada
corazón que lo ha recibido como su Señor y Salvador. ¿Vive en el tuyo?
"Si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de
los muertos, serás salvo" (Romanos 10:9).
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