En estos tiempos tan
modernos, en donde la sociedad es la que dicta las reglas, nos encontramos
conque el matrimonio, para muchos es un asunto pasado de moda. Los divorcios
están a la orden del día y entonces a muchas parejas les parece de lo más
inteligente y normal, irse a vivir juntos para probar si se llevan bien y si
son compatibles sexualmente y así "no errar". Pero esto es
totalmente contrario a las reglas de Dios.
Dios instituyó el
matrimonio en el paraíso y nunca dijo que la pareja se uniera a prueba y si no
resultaba, se separaran y cada uno por su lado, a buscar otra pareja. La Biblia dice otra cosa
completamente distinta: "Pero al principio de la creación, varón y hembra
los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.
Por lo tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre" .Estas son
palabras de Jesús, en Marcos 10 del 6 al 9. La institución del matrimonio es
muy antigua, pero esto no significa que deba modificarse para ponerse "a
la moda". Todo lo hecho e instituido por Dios no pasa de moda, sigue y
seguirá vigente por siempre, mientras exista este mundo. Solo en la
resurrección, es cuando cambiarán las cosas, dice la Biblia : "Porque en la
resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los
ángeles de Dios en el cielo" (Mateo 22:30).
Nuestro compromiso con
Dios, la responsabilidad de cumplir sus estatutos, trasciende los dictámenes de
la sociedad.
El matrimonio es un
compromiso con otra persona, ante Dios y Dios tiene instrucciones para la
pareja, a la mujer le dice: "Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo
es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que
como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo" (Efesios5:22 a 24). Los hombres también tienen
instrucciones que seguir de parte de Dios, para su matrimonio: "Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella" (Efesios 5:25) "Así también los maridos deben amar a
sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, así mismo se ama
(Efesios 5:28) Todo lo que viene de Dios es positivo, no debería dudarse seguir
estas reglas. La Palabra
de Dios compara el amor en el matrimonio con el de Cristo hacia su iglesia, es
decir un amor grande, responsable, comprometido, incondicional...un amor a toda
prueba.
Es una lástima que el
mundo ignorando la Palabra
de Dios, se lance a jugar al matrimonio, no les espera un buen futuro a quienes
practican este jueguito, pues Dios también tiene algo para ellos: "Honroso
sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a
los adúlteros los juzgará Dios"
Para cualquiera que sin estar casado practique los placeres reservados
para el matrimonio, la Palabra
es muy explícita: "Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o
avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios"
(Efesios 5:5) Así vemos que los matrimonios a prueba son inaceptables delante
de Dios. El mundo no toma en cuenta la voluntad de Dios en su vida, pero los cristianos
sabemos que no tenemos la facultad para cambiar las reglas de Dios, para que
éstas se ajusten a lo que está de moda dentro de la sociedad. La sociedad es la
que debería ajustarse a la
Palabra de Dios, si así fuera, este mundo sería diferente.
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