El único pasaporte que sirve para viajar hacia la eternidad es el que tiene el sello de Cristo y se consigue con un único y sencillo trámite: recibiendo a Cristo como nuestro Señor y Salvador personal.
Te invito a leer mis reflexiones, historias, cuentos, artículos, etc. para todas las edades, basados en principios cristianos.
miércoles, 6 de febrero de 2013
El poder curativo del perdón
Porque
si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a
ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas,
tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. Mateo 6:14-15Don
Baltasar Robles era un hombre viejo, que arrastraba sus años con
un gesto de hostilidad permanente en su rostro. Era un hombre
adinerado, pero en realidad era el más pobre del pueblo. No tenía un
solo amigo. Su carácter amargado y su trato despótico hacia los
demás, le acarreaba las antipatías de todos. Don Baltasar había
crecido odiando a su padre por haberlo abandonado cuando él era muy
pequeño. Su corazón se fue endureciendo más y más al paso del
tiempo. Nunca se casó porque nunca fue capaz de amar, se hizo viejo,
solo, con muchos millones, pero sin tener con quien disfrutarlos...Y
así murió, en medio de una espantosa soledad y sin que a nadie le
importara.Muchos
seres humanos viven unas vidas miserables, vacías, llenas de
soledad, a causa del rencor hacia quien les ha hecho daño. Esto los
hace ser personas amargadas, negativas, resentidas, que a su vez,
inconscientemente, hacen daño a otras. Cuántas veces nos habremos
preguntado ¿por qué fulanito(a) es así?...
El rencor, el odio, la amargura, son síntomas de un terrible cáncer
que corroe el alma, causando heridas muy profundas. Pero este tipo de
cáncer tiene cura y esta cura es el perdón. Perdonar es el acto de
sanidad mental más purificador, liberador y maduro que el ser humano
puede hacer en pro de sí mismo. Sin embargo, a la gran mayoría nos
cuesta mucho perdonar. Una de las razones es que muchos tenemos un
concepto equivocado del significado del perdón. Perdonar no es una
señal de debilidad ni es justificar a la persona que nos hizo daño.
Perdonar es liberarnos de sentimientos negativos que son un estorbo en
nuestra vida, que nos roban la paz interior y que provocan muchas
enfermedades. El rencor y la falta de perdón afectan física, mental
espiritualmente al ser humano. Por su parte, el orgullo, la
autocompasión, el deseo de venganza, impiden comprender la importancia
del perdón. "El que me la hace, me la paga" o el "ojo por
ojo", no
deja ganancia. No eliminan el rencor, por lo tanto no nos libera de la
negatividad del mismo. La venganza solo trae más carga negativa y
terminamos siendo vencidos por el mal. El rencor y el odio son los
autores intelectuales de muchos crímenes y abusos dentro de la
sociedad actual. La mejor manera de vencer el mal, es con el bien.
Perdonar dignifica al ser humano, "Honra es para el hombre pasar por
alto la ofensa", dijo el sabio Salomón.
Perdonar es una decisión. La tomamos y liberamos nuestra alma o no la
tomamos y seguimos generando amargura para nuestra vida. Somos libres
de decidir entre lo bueno y lo malo, libres para razonar, para tomar
decisiones. La vida es corta, hay que vivirla como si cada minuto fuese
el último, ¿qué queremos para el último minuto de nuestra vida?...
No existe una fórmula mágica para perdonar, pero se puede inventar
una:
"Tome usted todo resentimiento, rencor y amargura, que haya acumulado a
lo largo de toda su existencia y hágalos pedacitos.
Cave un hoyo profundo en las arenas de su pasado y entierre esos
pedacitos.
(Nunca intente desenterrarlos, no son reciclables).
Una vez que haga esto estará listo para perdonar y disfrutar de la
vida de otra manera.""Entonces
se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces
siete" Mateo 18:21 y 22La
vida es corta, hay que vivirla como si cada minuto fuese
el último. Una vida libre de rencor es una vida en libertad.
No nos condenemos a vivir en la prisión del rencor y la
amargura. Perdona y libera tu alma.
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