Guerra contra la ansiedad

El
mal del momento, el stress, está provocando muchas enfermedades en
todo el mundo. Andamos como un automóvil que está acelerado, cuyo
motor puede averiarse. No fuimos fabricados para llevar ese tipo de
aceleramiento y todo el organismo se resiente.
La ansiedad, esa sensación que altera el ritmo cardíaco y produce
úlceras e insomnio, principalmente oprime el espíritu y lacera el
alma. ¿Cómo evitar la ansiedad si tienes tantos problemas? La ansiedad
es producto de nuestra mente, por lo tanto puede ser controlada,
mediante una transformación de tu pensamiento.
TIPOS
DE ANSIEDAD
LA QUE SE ORIGINA EN EL
PASADO:
Sentimientos de culpa, recuerdos ingratos, rencores, frustraciones,
traiciones, etc. Hay personas que no pueden olvidar, que no quieren
perdonar y que están llenas de amargura, lo cual no les permite
apreciar lo bueno que tienen en el presente. Permiten que lo malo de
ayer, siga causando daño hoy y controlando su vida, agriando su
carácter y por ende, su relación con los demás. Son los que comúnmente
llamamos amargados, a quienes nadie soporta.
Sentimientos de culpa, recuerdos ingratos, rencores, frustraciones,
traiciones, etc. Hay personas que no pueden olvidar, que no quieren
perdonar y que están llenas de amargura, lo cual no les permite
apreciar lo bueno que tienen en el presente. Permiten que lo malo de
ayer, siga causando daño hoy y controlando su vida, agriando su
carácter y por ende, su relación con los demás. Son los que comúnmente
llamamos amargados, a quienes nadie soporta.
LA QUE SE ORIGINA EN EL
PRESENTE:
Es la ansiedad producida por las preocupaciones cotidianas, como pagar
las cuentas, relaciones conflictivas, exámenes, etc. Muchas personas
viven aceleradamente por falta de organización, lo cual provoca
ansiedad, igual que el dejar todo para mañana, la impuntualidad, en
fin, todo lo que hace que se acumulen las cosas y después viene la
desesperación. Los malos hábitos hacen que las cosas no salgan bien y
esto es terreno fértil para la ansiedad.
Es la ansiedad producida por las preocupaciones cotidianas, como pagar
las cuentas, relaciones conflictivas, exámenes, etc. Muchas personas
viven aceleradamente por falta de organización, lo cual provoca
ansiedad, igual que el dejar todo para mañana, la impuntualidad, en
fin, todo lo que hace que se acumulen las cosas y después viene la
desesperación. Los malos hábitos hacen que las cosas no salgan bien y
esto es terreno fértil para la ansiedad.
LA QUE SE ORIGINA EN LA ESPECULACION DEL
FUTURO
Las incógnitas acerca del futuro, son motivo de ansiedad para muchas
personas. Se atormentan imaginando situaciones que quizá nunca
sucedan. Viven pensando en el mañana, sin vivir el hoy y así es todos
los días. Esa persona no está viviendo.
Las incógnitas acerca del futuro, son motivo de ansiedad para muchas
personas. Se atormentan imaginando situaciones que quizá nunca
sucedan. Viven pensando en el mañana, sin vivir el hoy y así es todos
los días. Esa persona no está viviendo.
¿Cómo
poder tomar el control de nuestra ansiedad? Dejando que Dios
tome el control de nosotros. El tiene poder para "barrer" con toda la
basura acumulada a través de los años, en aquellos rincones ocultos de
nuestro corazón. Tiene poder para ayudarnos a corregir esos malos
hábitos que estorban en nuestro presente y confiando en El, podemos
tener una actitud positiva hacia el futuro.
Dios no nos promete una vida exenta de sufrimiento, pero nos ofrece
llevar sobre El nuestras cargas. Pero nos cuesta mucho entregárselas,
siempre pensamos en resolver todo por nosotros mismos, creyéndonos
autosuficientes. Y cuando fracasamos, nos llenamos de ansiedad.
Debemos reconocer nuestras limitaciones. Solo Dios puede ayudarnos a
controlar nuestras emociones y transformar nuestros pensamientos.
Confiando en plena quietud que El obra sobre todas las cosas, conforme
a su propio plan y sabiduría, no existirá ansiedad que altere nuestro
andar.
Cuentan que una niña viajaba por primera vez en avión. Su papá era el
piloto en ese vuelo. Era de noche y cruzaban el océano, cuando se
desencadenó una fuerte tormenta. La sobrecargo ajustó el cinturón de
seguridad de la pequeña y le explicó lo que estaba sucediendo. La niña
preguntó:
- ¿Mi papá está manejando el avión?
- Sí, él está al mando- respondió la sobrecargo. Entonces la niña
sonrió y tranquilamente se volvió a dormir.
Cuando Dios está en la cabina de mando y maneja los controles de
nuestra vida, podemos mantenernos en completa paz, aun si nos
encontramos en medio de una terrible tormenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario