viernes, 15 de febrero de 2013

Noche de brujas



En muchos lugares del mundo, en el último día de Octubre, se celebra 
el Halloween, fiesta en donde los niños se disfrazan y van casa por 
casa pidiendo dulces. Parece un juego inofensivo y divertido y nadie se 
preocupa por saber qué origen tiene esta tradición y si va de acuerdo 
o no con sus creencias. 
El origen de la celebración del halloween proviene de los celtas, que 
eran controlados por una sociedad secreta de sacerdotes paganos 
llamados druidas. Celebraban una fiesta llamada "Samhain" o "Sama 
gin", lo cual significa, el señor de la muerte y tenía como objetivo 
dar culto a los muertos, para que intervinieran cambiando el futuro a 
su favor. 
Cada 31 de Octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo 
céltico en honor a su dios pagano, y la costumbre era festejarlo con 
sacrificios humanos, de preferencia mujeres vírgenes, para tener 
contento al dios de la muerte y de las matanzas, así como a los 
muertos. 
La tradición de disfrazarse proviene de Europa, en donde, cuando 
había sequía o cualquier otro desastre natural. La gente se ponía 
máscaras, para espantar a los malos espíritus, a quienes atribuían 
estos desastres. Como debía ser algo que realmente los espantara, las 
máscaras debían ser lo más horripilantes posible. Este es el origen 
de los disfraces modernos, donde los únicos que ganan son los 
comerciantes quienes hábilmente han hecho ciertos cambios, 
transformando lo espantoso en humor negro. 
La tradición de los dulces también tiene su origen en lo sobrenatural 
y proviene de los celtas. Ellos creían que la última noche de 
Octubre, la ventana que separaba al mundo de los vivos del de los 
muertos, desaparecía y los muertos regresaban para visitar sus 
antiguos hogares terrenales. La familias dejaban comida o dulces fuera 
de la puerta de cada casa, para "mantenerlos contentos" y ahuyentar a 
los malos espíritus, para que no les hicieran alguna maldad. Esta 
costumbre se transformó en el actual "trick or treat", en donde los 
niños salen a pedir dulces y a quien no se los dé, les hacen una 
travesura. 
Los disfraces y el pedir dulces tienen un origen relacionado con los 
malos espíritus y el ocultismo. Por ningún motivo, debemos alentar a 
los niños a participar en esta tradición. La idea de que es un juego 
inofensivo o una costumbre divertida, es falsa, pues realmente es un 
culto a los muertos. 
La Biblia nos dice que los muertos no pueden tener comunicación con 
los vivos: "Como nube que pasa y se deshace, así es el que baja al 
sepulcro: jamás regresa de allí, sus familiares no vuelven a verlo" 
(Job 7:9-10) Y Deuteronomio 18:10-11, dice: "No sea hallado en ti 
quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique 
adivinación, ni agorero, si sortílego, ni hechicero, ni encantador, 
ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos" 
El halloween es una tradición antibíblica y si la practicamos o 
dejamos que nuestros hijos lo hagan, estamos desobedeciendo a la 
Palabra de Dios. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario