A través de toda la Biblia encontramos ejemplos
del gran amor y misericordia de Dios, pero también de Su justicia perfecta,
cuando debe tomar las medidas necesarias para castigar a los pecadores. El
capítulo 19 del libro del Génesis narra la historia de Lot y la destrucción de
las ciudades de Sodoma y Gomorra, a causa de la perversión de sus habitantes.
La fuerte trama de esta historia, está llena de episodios que podrían
compararse con una novela contemporánea ¡clasificación triple C! Y es que Dios
no se anda con rodeos. El nos muestra sin tapujos, a qué grado pueden llegar la
maldad y perversión humanas. De una manera franca y directa, nos presenta los
hechos tal cual sucedieron, para que aprendamos que todo lo que hacemos en esta
vida, tiene consecuencias y que el resultado de obrar en contra de Su voluntad
y salirnos de los límites por El preestablecidos, nos acarreará nuestra propia
destrucción.
Lot vivió en medio del ambiente corrompido de Sodoma. Había logrado una buena posición dentro de la sociedad, así que le era conveniente permanecer allí. Pero finalmente tuvo que irse de ese lugar con las manos vacías. Todo empezó cuando...
Lot vivió en medio del ambiente corrompido de Sodoma. Había logrado una buena posición dentro de la sociedad, así que le era conveniente permanecer allí. Pero finalmente tuvo que irse de ese lugar con las manos vacías. Todo empezó cuando...
INTENTO DE VIOLACION:
"¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!" (Génesis 19:5)
A Lot le habían llegado unos visitantes muy especiales esa tarde. Eran ángeles enviados por Dios, para advertirle que la ciudad sería destruida. Los hombres del pueblo querían conocerlos, pero muy íntimamente. En Sodoma el homosexualismo era practicado desde el más joven hasta el más viejo, hasta ese grado de perversión habían llegado.
En nuestros días, la inmoralidad va en aumento también. El homosexualismo y lesbianismo son aceptados por la sociedad como un estilo de vida. Se promueve la unión libre, no importa el sexo de los miembros de la pareja. Se exaltan el voyeurismo, la promiscuidad, la rebeldía hacia lo establecido. Sin Dios, la sociedad, vacía de valores morales y nula de entendimiento, va de regreso a Sodoma. ¿Por qué se enaltece lo vano, lo que no aporta ningún beneficio social ni moral y mucho menos espiritual?
Engaño y confusión, enfermedad y muerte, Dios no es el responsable de todo esto. Hace muchos años en el jardín del Edén, el hombre perdió la paz, la salud y todo lo que tenía, a causa del pecado. Satanás es el autor de la destrucción humana, desde el día en que disfrazado de serpiente, engatusó por primera vez al ser humano.
En Sodoma era normal el homosexualismo. Cuando la sociedad acepta algo que va en contra de los valores morales dictados por Dios, pisa los mismos terrenos peligrosos que pisaron los habitantes de Sodoma. Cuando la manifestación de los sentidos se pervierte y se convierte en pecado, entonces Dios dice: ¡Basta!
"¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!" (Génesis 19:5)
A Lot le habían llegado unos visitantes muy especiales esa tarde. Eran ángeles enviados por Dios, para advertirle que la ciudad sería destruida. Los hombres del pueblo querían conocerlos, pero muy íntimamente. En Sodoma el homosexualismo era practicado desde el más joven hasta el más viejo, hasta ese grado de perversión habían llegado.
En nuestros días, la inmoralidad va en aumento también. El homosexualismo y lesbianismo son aceptados por la sociedad como un estilo de vida. Se promueve la unión libre, no importa el sexo de los miembros de la pareja. Se exaltan el voyeurismo, la promiscuidad, la rebeldía hacia lo establecido. Sin Dios, la sociedad, vacía de valores morales y nula de entendimiento, va de regreso a Sodoma. ¿Por qué se enaltece lo vano, lo que no aporta ningún beneficio social ni moral y mucho menos espiritual?
Engaño y confusión, enfermedad y muerte, Dios no es el responsable de todo esto. Hace muchos años en el jardín del Edén, el hombre perdió la paz, la salud y todo lo que tenía, a causa del pecado. Satanás es el autor de la destrucción humana, desde el día en que disfrazado de serpiente, engatusó por primera vez al ser humano.
En Sodoma era normal el homosexualismo. Cuando la sociedad acepta algo que va en contra de los valores morales dictados por Dios, pisa los mismos terrenos peligrosos que pisaron los habitantes de Sodoma. Cuando la manifestación de los sentidos se pervierte y se convierte en pecado, entonces Dios dice: ¡Basta!
LOS YERNOS INCREDULOS:
"Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas. — ¡Apúrense! —les dijo—. ¡Abandonen la ciudad, porque el Señor está por destruirla! Pero ellos creían que Lot estaba bromeando" (Génesis 19:14)
A los incrédulos no les conviene creer en un juicio divino. Una de las causas más comunes de incredulidad, es la comodidad: "No creo en eso, así que no tengo de qué preocuparme"
La incredulidad de los yernos de Lot los llevó a la muerte. Formar parte de una sociedad contaminada es peligroso si no se cuenta con la protección de Dios. Pero no podemos pedir Su protección si andamos fuera de sus caminos. Quedamos expuestos a ser contaminados con la maldad, a ser absorbidos por la corriente de pecaminosidad e incredulidad que nos rodea. El juicio de Dios llegará para creyente e incrédulos, según sus obras.
"Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas. — ¡Apúrense! —les dijo—. ¡Abandonen la ciudad, porque el Señor está por destruirla! Pero ellos creían que Lot estaba bromeando" (Génesis 19:14)
A los incrédulos no les conviene creer en un juicio divino. Una de las causas más comunes de incredulidad, es la comodidad: "No creo en eso, así que no tengo de qué preocuparme"
La incredulidad de los yernos de Lot los llevó a la muerte. Formar parte de una sociedad contaminada es peligroso si no se cuenta con la protección de Dios. Pero no podemos pedir Su protección si andamos fuera de sus caminos. Quedamos expuestos a ser contaminados con la maldad, a ser absorbidos por la corriente de pecaminosidad e incredulidad que nos rodea. El juicio de Dios llegará para creyente e incrédulos, según sus obras.
ADVERTENCIAS DESOIDAS:
"Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y se quedó convertida en estatua de sal". (Génesis 19:26)
La mujer desobedeció las instrucciones de los ángeles del Señor, de no mirar hacia atrás, mientras la ciudad estaba siendo destruida. Quedar convertida en una estatua de sal, simboliza la magnitud del error que significa desoír la voz de Dios.
Dios permite que decidamos por nosotros mismos si queremos obedecerle o no, pero nos advierte sobre los riesgos de la desobediencia. Pero también nos informa que hay una recompensa si nos decidimos por la obediencia. Obediencia equivale a bendición, desobediencia equivale a destrucción. Si está expresado tan claramente, ¿por qué tantos eligen desobedecer?
"Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y se quedó convertida en estatua de sal". (Génesis 19:26)
La mujer desobedeció las instrucciones de los ángeles del Señor, de no mirar hacia atrás, mientras la ciudad estaba siendo destruida. Quedar convertida en una estatua de sal, simboliza la magnitud del error que significa desoír la voz de Dios.
Dios permite que decidamos por nosotros mismos si queremos obedecerle o no, pero nos advierte sobre los riesgos de la desobediencia. Pero también nos informa que hay una recompensa si nos decidimos por la obediencia. Obediencia equivale a bendición, desobediencia equivale a destrucción. Si está expresado tan claramente, ¿por qué tantos eligen desobedecer?
UN HORRIBLE PECADO DE INCESTO:
"Esa misma noche emborracharon a su padre y, sin que éste se diera cuenta de nada, la hija mayor fue y se acostó con él". (Génesis 19:33)
Las hijas de Lot se habían criado en aquel ambiente de corrupción de Sodoma, así que les pareció de lo más normal, que a falta de varones, después de destruida la ciudad y viviendo con su padre en las montañas, tuvieran relaciones con él, para poder tener descendencia. Con premeditación le dieron a beber vino y lo emborracharon para poder llevar a cabo sus malas intenciones. Lot había quedado viudo y había perdido todas sus posesiones, aceptó de muy buen grado el vino que le ofrecían sus hijas, pues necesitaba mitigar su dolor y olvidarse un poco de su tragedia.
Las hijas de Lot no se detuvieron a considerar lo que estaban haciendo. Para ellas no era algo espantoso, era una solución práctica. La faceta moral no tenía la menor importancia para ellas. En estos días, estamos viendo como el materialismo está ganando la carrera a los valores morales. Una persona vale por lo que tiene más que por lo que es. El poder adquisitivo es el que hace a alguien digno de respeto y atención, aunque por dentro sea un canalla.
"Esa misma noche emborracharon a su padre y, sin que éste se diera cuenta de nada, la hija mayor fue y se acostó con él". (Génesis 19:33)
Las hijas de Lot se habían criado en aquel ambiente de corrupción de Sodoma, así que les pareció de lo más normal, que a falta de varones, después de destruida la ciudad y viviendo con su padre en las montañas, tuvieran relaciones con él, para poder tener descendencia. Con premeditación le dieron a beber vino y lo emborracharon para poder llevar a cabo sus malas intenciones. Lot había quedado viudo y había perdido todas sus posesiones, aceptó de muy buen grado el vino que le ofrecían sus hijas, pues necesitaba mitigar su dolor y olvidarse un poco de su tragedia.
Las hijas de Lot no se detuvieron a considerar lo que estaban haciendo. Para ellas no era algo espantoso, era una solución práctica. La faceta moral no tenía la menor importancia para ellas. En estos días, estamos viendo como el materialismo está ganando la carrera a los valores morales. Una persona vale por lo que tiene más que por lo que es. El poder adquisitivo es el que hace a alguien digno de respeto y atención, aunque por dentro sea un canalla.
EL CASTIGO DIVINO
"Entonces el Señor hizo que cayera del cielo una lluvia de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra. Así destruyó a esas ciudades y a todos sus habitantes, junto con toda la llanura y la vegetación del suelo". (Génesis 19:24-25)
La inmoralidad, la incredulidad y la desobediencia, son una barrera entre Dios y el hombre. Dios debe actuar para poner fin al mal, no sin antes darle al hombre, oportunidad tras oportunidad de arrepentirse. Los habitantes de Sodoma no se arrepintieron y provocaron su propia destrucción.
El avance de la civilización no ha sido garantía de que el hombre haya superado su inclinación hacia el mal. Los tiempos han cambiado, en la actualidad vemos extraordinarios adelantos tecnológicos y científicos, pero espiritualmente, gran parte de la humanidad, se encuentra en un estado primitivo, semejante al de los habitantes de Sodoma y Gomorra. El hombre necesita quien lo salve de su propia maldad y ese Salvador se llama Jesucristo. Sin Cristo estamos a la deriva, expuestos a ser arrastrados hacia nuestra propia destrucción.
Vivimos en un mundo en donde Dios no es tomado en cuenta. En donde no existe el temor de Dios y a nadie le preocupa el juicio divino. En la mayoría de los casos es por la ignorancia dela
Palabra de Dios. La gente no quiere leer la Biblia , no quiere creer que
es un libro sobrenatural que contiene el legado de Dios para la humanidad y que
se necesita tomar en serio. ¿Cómo conoceremos a Dios, cómo sabremos lo que El
piensa y lo que quiere para nosotros si no es a través de Su Palabra? ¿Cuántas
almas se perderán si los cristianos callamos?
No se trata de asustar a la gente, sino de informar. Hay una promesa, hay buenas nuevas de salvación decimos cuando evangelizamos, pero no decimos de qué tienen que ser salvados, la gente no lo sabe. La gente tampoco comprende por qué están sucediendo tantos desastres naturales, por qué tantos terremotos, inundaciones, huracanes, etc. Todo está escrito. Estamos parados en el umbral del fin de los tiempos. Dios está enviando señales, nos está diciendo: "Arrepiéntanse de su inmoralidad, de su idolatría, de su promiscuidad, de su materialismo, de su soberbia, de legalizar el aborto, de los matrimonios homosexuales, de clonar bebés... ¡Arrepiéntanse de creerse dioses! Todo esto los va a llevar a su propia autodestrucción, como sucedió con Sodoma y Gomorra..."
El pasado 14 de Septiembre, el senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, levantó una demanda judicial contra Dios acusándole de ser el causante de tantas catástrofes que están ocurriendo en el mundo. La demanda fue aceptada. Este hombre le pide al juez que someta a Dios a un proceso judicial y le haga un requerimiento permanente para que cese en sus "acciones destructivas y sus amenazas terroríficas"... ¿El hombre juzgando a Dios? ¡Qué más nos falta por ver!
"Entonces el Señor hizo que cayera del cielo una lluvia de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra. Así destruyó a esas ciudades y a todos sus habitantes, junto con toda la llanura y la vegetación del suelo". (Génesis 19:24-25)
La inmoralidad, la incredulidad y la desobediencia, son una barrera entre Dios y el hombre. Dios debe actuar para poner fin al mal, no sin antes darle al hombre, oportunidad tras oportunidad de arrepentirse. Los habitantes de Sodoma no se arrepintieron y provocaron su propia destrucción.
El avance de la civilización no ha sido garantía de que el hombre haya superado su inclinación hacia el mal. Los tiempos han cambiado, en la actualidad vemos extraordinarios adelantos tecnológicos y científicos, pero espiritualmente, gran parte de la humanidad, se encuentra en un estado primitivo, semejante al de los habitantes de Sodoma y Gomorra. El hombre necesita quien lo salve de su propia maldad y ese Salvador se llama Jesucristo. Sin Cristo estamos a la deriva, expuestos a ser arrastrados hacia nuestra propia destrucción.
Vivimos en un mundo en donde Dios no es tomado en cuenta. En donde no existe el temor de Dios y a nadie le preocupa el juicio divino. En la mayoría de los casos es por la ignorancia de
No se trata de asustar a la gente, sino de informar. Hay una promesa, hay buenas nuevas de salvación decimos cuando evangelizamos, pero no decimos de qué tienen que ser salvados, la gente no lo sabe. La gente tampoco comprende por qué están sucediendo tantos desastres naturales, por qué tantos terremotos, inundaciones, huracanes, etc. Todo está escrito. Estamos parados en el umbral del fin de los tiempos. Dios está enviando señales, nos está diciendo: "Arrepiéntanse de su inmoralidad, de su idolatría, de su promiscuidad, de su materialismo, de su soberbia, de legalizar el aborto, de los matrimonios homosexuales, de clonar bebés... ¡Arrepiéntanse de creerse dioses! Todo esto los va a llevar a su propia autodestrucción, como sucedió con Sodoma y Gomorra..."
El pasado 14 de Septiembre, el senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, levantó una demanda judicial contra Dios acusándole de ser el causante de tantas catástrofes que están ocurriendo en el mundo. La demanda fue aceptada. Este hombre le pide al juez que someta a Dios a un proceso judicial y le haga un requerimiento permanente para que cese en sus "acciones destructivas y sus amenazas terroríficas"... ¿El hombre juzgando a Dios? ¡Qué más nos falta por ver!
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero
la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva.
Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de
Israel? Ezequiel 33:11
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