sábado, 16 de febrero de 2013

Te llegó un correo



Te envío esta carta hombre, que has endurecido tu corazón:
Con mis propias manos yo te formé. A mi propia imagen te hice. De mi propio aliento te infundí vida. Te hice un poco menor que los ángeles. Te coroné de gloria y de honra. Te hice enseñorear sobre mi obra. Vivías feliz a mi lado. Te daba todo lo que necesitabas, pero un día me diste la espalda. Fuiste arcilla maleable en manos de mi enemigo, que diestro en su trabajo, te engañó, modificó tu diseño y te acondicionó a su manera. Ya no podíamos estar juntos y te alejaste de mí, te fuiste de mi lado con tu nuevo dueño.
Nunca dejé de pensar en ti. Siempre quise que regresaras a mí, que nos reconciliáramos. Mas, sabía que no podrías recuperar el lugar que perdiste...pero existía alguien que podía recuperarlo por ti y no dudé en enviártelo. Solo él podía pagar tu deuda: mi propio Hijo.
El llegó a ti, en forma de hombre, vivió junto a ti, una vida de amor y bondad. Venció todas las tentaciones que tú tienes a diario, demostrándote que el hombre que depende totalmente de mí, se hace fuerte y puede vencer todas las debilidades humanas. Pero muchos no creyeron en él y se volvieron contra él. Fue torturado, humillado, maltratado en todos los aspectos y finalmente crucificado. Pero aceptó valientemente el sacrificio, porque sabía que lo hacía por ti. Su amor por ti fue mayor que el dolor de los azotes y los clavos que lo atravesaron. Como manso corderito fue llevado al matadero, todo lo soportó pensando en ti.
Pero yo lo levanté de entre los muertos y ahora él vive y está sentado a mi diestra, junto a mí, como tú podrás estarlo algún día, pero...He tocado a tu puerta y no has querido abrir. Te he presentado a mi Hijo y no has querido recibirlo... ¿Acaso fue su sacrificio en vano?...No desprecies el regalo que te ofrezco, yo no te obligo a nada, tú tienes libertad para elegir dónde quieres ir después de que tus días acaben en la tierra. Si quieres venir aquí conmigo, mi Hijo es el único camino para llegar. Ábrele la puerta antes de que sea tarde y tú también te convertirás en hijo mío. Te estaré esperando toda tu vida.

Tu Creador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario