martes, 19 de febrero de 2013

Cielo o infierno



¿EXISTE EL INFIERNO?
Los seres humanos tendemos a rechazar y negar lo que no entendemos. Por eso hay mucha gente que niega la existencia del cielo y el infierno. Pero Dios, en Su Palabra afirma que existen y los describe tal como son. El cielo es el lugar donde habita Dios y Sus ángeles, el lugar donde El reina. Es el lugar destinado a los hijos de Dios, es decir a los que mueran en Cristo, donde gozarán de la vida eterna que Dios ha prometido. El infierno, es el lugar donde reina Satanás y sus demonios, es el lugar de condenación para aquellos que mueren sin Cristo, que no creyeron en El, que lo rechazaron. Ellos no fueron restaurados, no se reconciliaron con Dios, así que no pueden estar en Su presencia. Morarán por siempre en aquel lugar de dolor, horror y sufrimiento. La Palabra de Dios no miente. Hay cosas que no queremos creer porque no nos conviene. No nos conviene creer en el infierno si queremos llevar una vida apartada de Dios, pero esto es un autoengaño.

COMO IR AL CIELO

Cuando recibimos a Cristo y lo seguimos, tenemos pase automático al cielo. Jesús es el único camino al cielo, no vamos al cielo por mérito propio, El dio su vida por nosotros para que esto fuera posible, ya que como vimos anteriormente, todos estábamos condenados a nunca poder estar en la presencia de Dios, por causa del pecado.
Muchas personas temen a la muerte, porque es algo incierto para ellas, no saben qué les espera más allá. Todo el mundo quiere ir al cielo, pero viven totalmente apartados de Dios en esta vida, entonces ¿por qué habrían de querer estar con El en la otra?
La vida eterna en el cielo, junto a la presencia de Dios, es un don de Dios, por medio de Su Hijo Jesucristo. El cielo no se gana con buenas obras, ni porque se ha sufrido mucho en esta vida, ni porque se pertenece a una religión. Si pudiéramos "ganarnos" el cielo a través de estas cosas, ¿para qué hubiera venido a morir Cristo? Pensar que podemos ir al cielo por mérito propio o porque tenemos una religión, es despreciar e invalidar el sacrificio de Jesucristo en la cruz. El cargó con nuestros pecados y murió a causa de ellos, para presentarnos sin mancha ante el Padre. Somos declarados inocentes delante de El. Jesús es nuestro abogado defensor ante el Juez Supremo.
"Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte" (Efesios 2:8-9)
La diferencia entre ir al cielo o ir al infierno, la hace el aceptar o rechazar el plan de salvación que Jesús tiene para ti.


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