Dios
no es un ser inalcanzable. No necesitas intermediarios para llegar a El, solo a
Su Hijo. Si ya recibiste a Cristo, ya eres un hijo de Dios y puedes hablarle
libremente como un hijo habla a su papá. Le puedes contar todo lo que te pasa,
pedirle su dirección cuando necesitas tomar una decisión. Nos dirigimos a Dios
mediante la oración. Orar no significa solo pedir y pedir, como algunos hijos
lo hacen con sus padres. El atiende nuestras necesidades, las conoce antes de
que se lo digamos. Orar tampoco es presentarle quejas a Dios, a un padre no se
le debe considerar solo para que resuelva nuestros problemas.
Jesús
dijo que cuando oremos no usemos vanas repeticiones, El quiere espontaneidad,
palabras genuinas que salgan de tu corazón, no palabras aprendidas y repetidas
una y otra vez como una contestadora. Dios es espíritu y no lo podemos ver,
pero Dios es una persona y tiene sentimientos, El nos ama entrañablemente y
nosotros le amamos. ¿Cómo se hablan los enamorados?...así debemos hablar con
Dios, haciéndole sentir el amor que le profesamos. Los enamorados se dicen que
se aman, igualmente hacemos cuando hablamos con Dios, El espera palabras de
amor antes de que le entreguemos nuestra "lista de peticiones".
También
debemos aprender a escuchar a Dios. El nos habla a través de Su Palabra, a
través de alguno de sus hijos, a través de nuestro pensamiento, El nos habla de
muchas maneras, aun audiblemente. Tienes que aprender a discernir, cuando la
voz que escuchas es la voz de Dios o es tu propia mente. Te vas a dar cuenta
cuando lo que oigas o sientas proviene de Dios, sentirás un calor interno que
no tiene nada que ver con la temperatura del ambiente, es el Espíritu Santo de
Dios que está en ti.
El
cristianismo lo instituyó Cristo y no es una religión, es una relación personal
con Dios. El verdadero cristiano, toma en cuenta a Dios en todo y vive en
comunicación constante con El.
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