viernes, 15 de febrero de 2013

"Preferencias sexuales diferentes"




"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó" Génesis 1:27En nuestros días, se ha "suavizado" el nombre a muchas cosas. Ahora, respecto a los homosexuales y lesbianas, se dice que son personas con "preferencias sexuales diferentes". Ellos realizan manifestaciones por todo el mundo para que la sociedad los acepte con todos los derechos de un ciudadano común, inclusive el derecho al matrimonio, el cual ya se ha concedido en algunos países. La homosexualidad está tornándose una condición que no extraña a nadie. Los vemos por las calles como si no fuera nada del otro mundo. Tienen cada día más defensores entre la población heterosexual, autodenominada gente de "amplio criterio". El pseudo amplio criterio que alegan poseer algunas personas se basa en aceptar todo lo que las personas "anticuadas, llenas de tabúes y mojigatas", como les dicen, aun no aceptan. Bueno, esta mentalidad tan moderna, corresponde solo a personas que desconocen mucho de la mentalidad de Dios, su Creador. El criterio de Dios no coincide en absoluto con el llamado "amplio criterio" de dichas personas. La Palabra de Dios es precisa y es siempre actual. El hombre no puede
cambiarla según lo que se le vaya ocurriendo. La Palabra de Dios no es un programa de computadora que tenga la opción "actualizar" a nuestro antojo. No existen actualizaciones ni existen nuevas versiones. El criterio de Dios es el mismo desde el principio de la Creación y para siempre. Dios hizo al hombre y a la mujer diferentes, cada quien con funciones específicas. Para formar una pareja, para unirse en matrimonio, es necesario un hombre y una mujer. La palabra de Dios es clara y directa cuando habla de la homosexualidad: "No te echarás con varón como con mujer; es abominación" (Levítico 18:22). Esta es la opinión del Creador. El aborrece y condena todo tipo de perversión sexual y lo ha manifestado a la humanidad castigándola con destrucción, como en los casos de las ciudades de Sodoma y Gomorra, el diluvio, Roma, Grecia, etc. Lo increíble es que existen líderes religiosos que están a favor de la homosexualidad y han accedido a celebrar matrimonios homosexuales. Ahí podemos ver que las religiones no son un absoluto reflejo de obediencia a la Palabra del Dios que dicen seguir. Un homosexual nace o se hace? Es una pregunta cuya respuesta es dudosa para muchos. La verdad es que nadie es homosexual de nacimiento, ¿crearía Dios un ser humano con una característica que evidentemente va en contra de Su voluntad? Alguien podría poner en duda esto, ya que existen casos de bebés que nacen físicamente con ambos sexos, pero esto también tiene una explicación bíblica y se relaciona con las maldiciones a causa del pecado, que vienen de generación en generación y que se manifiestan, algunas de ellas, en malformaciones genéticas. El hombre está constituído por cuerpo, alma y espíritu y estos tres elementos forman una unidad inseparable. La homosexualidad comienza en la mente y existen circunstancias que provocan que una persona se convierta en homosexual. Estas circunstancias se pueden presentar en cualquier etapa de su vida, pero la persona tiene la opción de elegir. Si le es irresistible la inclinación por su mismo sexo, aprenderá a ser homosexual y lo practicará y aprenderá a practicarlo más y más. Muchos homosexuales declaran que son felices siendo como son, pero sabemos que este es un engaño del diablo. El enemigo de Dios goza con todo lo que vaya en contra de Dios. El pone en la mente de los seres humanos pensamientos como: "Tú puedes vivir tu vida como quieras, puedes hacer lo que quieras, prueba otras cosas, no te conformes a lo convencional, puedes relacionarte con alguien de tu mismo sexo ¡no hay problema!, eres dueño de ti mismo! Quienes se convencen de esto, pueden llegar a un grado de perversión tal, que viven sin remordimientos, ni sentido de culpa y cuando esto sucede, Dios los deja en libertad, abandonados a sus bajas pasiones, de lo cual nos habla el libro de Romanos claramente: "Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen..." (Romanos 1:24 al 28) Y acaba diciendo: "quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican" (1:28) En el libro de 1 Corintios, 6:9-10, encontramos también que ni los homosexuales ni los afeminados formarán parte de la lista de quienes heredarán el reino de Dios. Pero no todo está perdido para ellos, porque enseguida dice: "Y esto érais algunos, más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, por el espíritu de nuestro Dios" (6:11) Un homosexual puede llegar a ser salvo si se arrepiente verdaderamente y lo confiesa ante Dios, renunciando a su pecado, pidiendo el perdón y pidiendo a Dios que le libere y le limpie. Jesucristo representa la salvación para cualquier clase de pecadores, aun el más perverso si este se arrepiente de corazón. El homosexualismo es una manera de vivir que está fuera de la voluntad de Dios, a la que Dios llama pecado. Pero el homosexual tiene derecho a arrepentirse y a ser perdonado. Dios no hace acepción de personas, Su misericordia es para todos. ¿Qué actitud debemos tener hacia los homosexuales?, la misma que tendría Jesucristo: amarlos a ellos, mas no a su condición. Dios rechaza el pecado, pero ama al pecador. Si buscan a Dios, no les cerremos las puertas de las iglesias, sino al contrario, recibirlos y ayudarlos como a cualquiera que busca regenerar su vida.¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones.

1 Corintios 6:9

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