"Y
os tomaré por mi pueblo, y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que soy Jehová
vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os
meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a
Isaac y a Jacob, y yo os la daré por heredad. Yo Jehová (Éxodo 6:7-8)
A
lo largo de toda la historia, el pueblo judío ha padecido adversidades,
esclavitud, persecución, opresión y muerte de parte de sus enemigos, pero la
misericordia de Dios hacia su pueblo escogido, siempre ha estado presente y los
ha liberado una y otra vez, a pesar de que muchas veces cayeron en infidelidad
hacia El. Desde la liberación de la esclavitud en Egipto, Dios ha manifestado
su amor hacia el pueblo de Israel.
Una
de las promesas de Dios para Israel se cumplió el 14 de Mayo de 1948, cuando
después de 2.000 años de existir como un pueblo errante por el mundo (ver
Deuteronomio 28:64), los judíos retornaron a su tierra prometida de Canaán
(Palestina). Allí se fundó el estado de Israel. "Porque he aquí que vienen
días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y
Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán"
(Jeremías 30:3)..."Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y
edificarán ellos las ciudades asoladas y las habitarán, plantarán viñas, y
beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues
los plantaré sobre su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo"
(Amós 9:14-15). Cuando el pueblo de Israel regresó a su tierra en 1948, ésta se
encontraba asolada y árida, pero ellos la hicieron reverdecer y producir fruto.
Actualmente Israel posee una agricultura que autoabastece al país en un 90%, a
pesar de encontrarse en una zona seca.
El
regreso del pueblo judío a su tierra prometida, provocó reacciones negativas en
el pueblo árabe, quienes manifestaron de inmediato su repudio. El mundo es
testigo de las hostilidades entre árabes e israelitas. Sin embargo, ambos
pueblos tienen raíces comunes, pues descienden de un mismo padre: Abraham,
aunque de diferente madre. Los árabes descienden de Ismael, hijo de Abraham y
Agar, la esclava y los israelitas, de Isaac, hijo de Abraham y Sara su legítima
esposa. Así que árabes e israelíes son medios hermanos (ver Gálatas 4:25)
Aunque
se han firmado tratados de paz, han resultado falsos y la lucha continúa. El blanco de los árabes es
Jerusalén. Jerusalén es la tierra escogida por Dios, según las Escrituras (1 de
Reyes 11:13), la ciudad en donde Dios puso Su nombre (1 de Reyes 14:21).
Las
profecías bíblicas revelan grandes cosas para Jerusalén: "Y conoceréis que
yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén
será santa, y extraños no pasarán más sobre ella" (Joel 3:17)..."Y en
aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra
Jerusalén" (Zacarías 12:9)..."Ciertamente el pueblo morará en Sion,
en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti;
al oír la voz de tu clamor te responderá" (Isaías 30:19)
El
futuro de Israel está escrito en la Biblia: "Oíd palabra de Jehová, oh
naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que
esparció a Israel lo reunirá y guardará como el pastor a su rebaño"
(Jeremías 31:10)..."Y serán tus hijos como antes, y su congregación
delante de mí será confirmada; y castigaré a sus opresores" (Jeremías
30:20)
Hay
promesa de salvación para Israel (ver Romanos 9:27), volverá a ser parte del
rebaño de Dios (Isaías 10:21-22). El capítulo 11 de Romanos, nos habla del
remanente de Israel, de los escogidos del pueblo judío, sobrevivientes de la
gran tribulación, que se convertirán a Cristo y serán salvos. En el capítulo 14
de Zacarías se nos describen las consecuencias de una guerra nuclear (vers. 4 a 7) y los efectos de las
armas químicas (vers. 12), que ya existen en la actualidad. La situación en el
Medio Oriente es clave para advertir las señales que se nos profetizan en la
Biblia. La segunda venida del Señor será el acontecimiento que indique el
tiempo en que El hará un nuevo pacto con Israel: "Y luego todo Israel será
salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob
la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados"
(Romanos 9:26-27)
Nada
de lo que los enemigos de Israel hicieren, podrá cambiar el destino que Dios le
ha deparado.
Angélica
García Sch.
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