Bullying
es una palabra odiosa para todos, la cual significa maltrato físico o emocional
constante e intencional, de parte de un niño o adolescente en contra de otro,
aunque también puede tratarse de un grupo que actúa en conjunto para molestar a
uno solo. La preocupación de muchas madres es que su hijo o hija esté siendo
víctima del bullying, pero ninguna madre piensa que su hijo sea el victimario.
La
mejor arma en contra del bullying es una buena comunicación con tu hijo(a). En
la mayoría de los casos de abuso, las víctimas sufren la agresión solas y en
silencio, porque no se atreven a decírselo a nadie, por vergüenza o por falta
de confianza. Los padres y maestros se enteran de los casos de bullying cuando
el niño o adolescente ya ha sido repetidamente agredido y está muy afectado
psicológicamente.
¿Cómo
percatarte de que tu hijo está siendo víctima de bullying?
La
primera señal es que no quiere ir a la escuela. Si notas que tu niño busca
pretextos para no ir a clases, pon atención, no lo tildes de flojo antes de
conocer la verdadera causa. Podría estar evitando ir a la escuela porque allí
sufre de abuso de parte de un compañero.
También
debes poner atención en los cambios de humor y de comportamiento que muestre tu
hijo. Si siempre fue un niño alegre y de pronto se ha vuelto un niño huraño,
callado, que no ríe ni hace bromas como antes, algo está pasando y debes
averiguarlo.
Igualmente
debes observar si no tiene moretones o señales de golpes en su cuerpo, si es
así, lo más seguro es que te diga que se cayó en la escuela, si ves que eso
ocurre a menudo, empieza a preocuparte, no son simples caídas.
Otro
indicio de que tu niño está siendo víctima de bullying en su escuela, es que se
aísla, no quiere incorporarse al grupo, prefiere estar solo.
También
puedes notarlo en el trato a sus útiles escolares, que pierde a menudo o llega
a casa con éstos en mal estado. También puede ser que maltrate sus juguetes o
sus cosas, como una manera de desahogarse.
Si
por las noches tiene pesadillas o sueño intranquilo, puede deberse a que está
sufriendo maltrato emocional en la escuela y esto repercute en su estado
general, le roba la paz y ya no se siente seguro en ninguna parte.
No
pienses que tu hijo está siendo victimizado cada vez que le veas un rasponcito.
Toma en cuenta todos estos indicadores y si se repiten, entonces es cuando
debes de intentar el diálogo. No presiones a tu niño para que te cuente qué le
pasa, conversa con él tranquilamente, sin prisas, tampoco muestres ansiedad ni
enojo. Hazle sentirse seguro, confiado, hazle saber que tú eres su aliada y que
cuenta contigo. Sin son ambos padres los que hablan con él, mucho mejor.
Después de haber comprobado que el niño está siendo víctima de bullying, deben
dirigirse a las autoridades escolares e informar lo que está sucediendo.
Pero
¿qué pasa si tu hijo no es víctima, sino que él es quien abusa de los más
pequeños o se burla de otro compañero constantemente, ocasionándole trauma
psicológico?
En
primer lugar, cuidar sus ojos, sí, sus ojos, pues la mayoría de los niños que
abusan de otros, son asiduos a los video juegos, que como todos sabemos, cual
más, cual menos, traen una dosis de violencia. Igualmente, vigila lo que ve en
la televisión, las escenas violentas quedan grabadas en el subconsciente del
niño. No le dejes mucho tiempo libre, imponle pequeñas tareas que lo mantengan
ocupado, no hay peor consejero que el ocio. Pero sobretodo, habla con él, invítalo
a reflexionar, háblale de la vida de Jesús, que nos enseñó a amarnos unos a
otros y a vivir en armonía, porque la paz y el amor son la esencia del buen
vivir.
Angélica
García Sch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario